Comprar una nave nunca es un asunto sencillo; decidir construirla después, aún menos. Pero si está pensando seriamente en ampliar su negocio, no está en el lugar adecuado. Hay muchas opciones: comprar un terreno existente, construirlo desde cero o levantar una nave desmontable de cualquier tamaño y en cualquier tipo de terreno. A diferencia de las normativas más complejas de una "construcción" estándar en una parcela con un uso previsto diferente, la solución es drásticamente más sencilla en el caso de los cobertizos con vanos de acero.
Nave industrial, ¿cuál elegir?
Y no es sólo una cuestión de coste, aunque la diferencia es abismal. Sino de practicidad de construcción y también de utilización. En el primer caso, el de un cobertizo de mampostería preexistente, se trata de pagar el alquiler mensual de la estructura, pero tendrás que adaptarte a las medidas (decididas por otra persona en la fase de producción), al posicionamiento (quizá en una zona no muy cercana a tu empresa, descentralizando todo el trabajo) y aceptar de buen grado todas las peculiaridades del cobertizo existente, adaptarte entonces, de nuevo.
En la segunda hipótesis, es decir, construir una nave industrial prefabricada de mampostería, los costes son, al menos recientemente, casi prohibitivos. Si no se tiene la posibilidad de construir, o si el único terreno disponible no tiene un uso que a uno le interese, entonces la cuestión es descentralizar, otra vez. El pro es que se podrá construir, potencialmente al menos, como se desee. Pero, ¿merece la pena? La última opción es comprar una estructura nueva y funcional que no requiera permisos especiales de construcción.
Hablamos de una nave industrial desmontable100% personalizable, tanto desde el punto de vista estructural como del revestimiento exterior. Si se necesita, por ejemplo, una estructura de 25x50 metros y se tiene la posibilidad de utilizar un terreno colindante con nuestra propiedad, será posible realizarla simplemente solicitando autorización al ayuntamiento. Una vez que haya proporcionado el suelo de hormigón sobre el que descansará la estructura, prácticamente habrá terminado. La nave industrial permite una rapidez de utilización sin igual, ¿y en caso de traslado? Fácil, la desmonta y la traslada a otro lugar. Muy fácil.
